Una de mis cosas favoritas es viajar, y nada mejor que dentro de nuestro lindo país. Perú tiene los paisajes más increíbles y nunca me canso de verlos, sobretodo en la sierra. El fin de semana pasado tuve la suerte de darme una escapadita a la ciudad del Cusco. Un viaje cortito de fin de semana pero que alcanzó perfectamente para disfrutar al máximo.
Para aprovechar bien nuestra estadía en Cusco, optamos por viajar de viernes en la madrugada a domingo en la noche. La mejor opción es buscar un hotel lo más cerca posible a la Plaza de Armas, así es más fácil pasear y conocer los alrededores. El primer día, nos sirvió para aclimatarnos a la altura; después de muchos mates de coca y de descansar un poco, nos fuimos a pasear por la plaza con una previa parada en Jack's Cafe para un desayuno monumental. Desde una banca en la plaza nos detuvimos a disfrutar de la gente, el sol, la catedral... Una muy buena opción es visitar el Museo del Chocolate; es gratis, divertido, y sobretodo, rico! Después de almorzar en Papacho's y ver algunas tiendas, fuimos a conocer el Museo de Arte Precolombino (MAP) y antes de ir a descansar, un rico té de Muña en un balcón de la plaza, un buen spot es Frapuccino, un pequeño local frente a la catedral.
En nuestro segundo día, nos levantamos tempranito para ir a pasear por Pisac. A menos de una hora fuera de la ciudad, el pueblo de Pisac tiene una zona arquelógica y un mercado de artesanías abierto al público todos los días. El mejor lugar para las adictas al shopping es ese, y para descansar un rato puedes parar en Blue Llama, un divertido café en la plaza del pueblo. De regreso a la ciudad, hicimos un par de paradas para visitar Tambomachay, Qenqo, Sacsayhuaman y el mirador de la ciudad. Y por supuesto, no puede faltar una foto con las más lindas serranitas y llamas bebés.
Para terminar el día, una salida romántica para cenar con mi persona favorita en mi restaurante favorito, La Ciccilona. Hay muchos platos buenísimos pero mi recomendación es el lomo de Alpaca, tienen que probarlo de todas maneras! Las noches de Cusco están llenas de planes, uno de los mejores bares es Fallen Angel, pero también pueden disfrutar una cervecita helada y de la vista a la plaza en el balcón de Norton. Hay muchas opciones de pubs y disccotecas, una muy diferente es Índigo, donde puedes tomar un trago mientras juegas juegos de mesa o acompañarlo con Narguila.
El último día, domingo, decidimos pasear por las calles de San Blas. Se podría decir que es el barrio boho de la ciudad, vale la pena subir hasta la plaza y pasear por las miles de callesitas; por ahí encontré varias tienditas bonitas de ropa y accesorios muy entretenidas. También pudimos visitar el Templo del Sol Qoricancha en la avenida principal y parar a almorzar en La Bodega 138, les recomiendo pedir una pizza para compartir. Finalmente, antes de salir para el aeropuerto, hicimos una parada de emergencia en el mercado San Pedro para comprar los mejores quesos andinos.
Mis 5 lugares favoritos para comer en la ciudad:
- La Cicciolina
- Jack's Cafe
- Chicha
- La Bodega 138
- Incanto