Tengo que decir que me encanta el Palacio de Versailles, no me canso de visitarlo. Es muy fácil llegar desde París a Versailles, en tren, en bus o en carro, vale totalmente la pena. Desde que caminas por la Avenue De Paris y ves el gran palacio el final de la calle; hasta cuando paseas por los jardines, te sientes en la misma época que Maria Antonieta (si ignoramos a los miles de turistas). Ten tu cámara de fotos preparada por que todo lo que ves, desde cada ángulo, es increíble. La verdad, es primera vez que lo visitaba en verano y los jardines se ven radiantes pero, con el calor que hace, solo te provoca bañarte en cada pileta.
Personalmente, me encanta la decoración francesa, sobre todo la del siglo XVIII. Cada habitación del palacio está decorada con un color diferente, el cual se refleja en las paredes, cortinas, muebles, tapices, cuadros y prácticamente todo. Mi favorito del palacio, y el más famoso, es el salón de los espejos. Es el ambiente principal, de donde se ve cada uno de los rincones de los jardines.
Versailles lo puedes visitar en un día pero no vas a alcanzar a ver todas las construcciones que rodean el palacio, en cada una de mis visitas me gusta conocer una diferente. En esta oportunidad, visité el Grand Trianon, un lugar construido por Louis XIV para su familia. Se encuentra al otro lado del jardín, cerca al Petit Trianon. Sin embargo, si solo vas por el día, te recomiendo llevar una rica lonchera y sentarte en los jardines a descansar con un almuerzo al aire libre.
Le Grand Trianon |